Por que enamorarnos nos permite advertir tan bien (y como pasamos a la etapa de el apego)

1. Primer transito: el aceleramiento

Donald F. Klein y Michael R. Liebowitz, de el Instituto Psiquiatrico de recien estrenada York, descubrieron que era la molecula, la feniletilamida, la desencadenante de todo el procedimiento sobre alienacion, excitacion y euforia que caracteriza estas primeras etapas del enamoramiento. Un intercambio de miradas, un rozamiento o la simple caricia por pieza de esa alma elegida nos inunda el cerebro, literalmente, de este neurotransmisor.

De asimilar un escaso sus efectos, diremos que la configuracion de esta simple amina aromatica puede encontrarse ademas en el metodo ergolina de el LSD. Seri­a mas, las anfetaminas nunca son mas que el consecuencia de insertar un radical metilo (CH3) en el carbono alfa de su molecula. Mismamente entonces, exultantes igual que premiados con el gordo de la loteria, ruborizados como amapolas asi­ como acelerados igual que motos, empezamos a desaprovechar el raciocinio.

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2. Segundo paso: la ceguera

La feniletilamida es un precursor sobre nuestra segunda protagonista: la dopamina. Esta molecula, segregada por el hipotalamo y sobre efimera vida media, altera el cerebro originando un inmenso placer. Sobre hecho, las farmacos que reducen la ejercicio sobre la dopamina (igual que determinados antipsicoticos) provocan anhedonia (incapacidad Con El Fin De sufrir placer).

Seri­a precisamente este deleite el que nos ciega asi­ como el que caracteriza al desarrollo sobre enamoramiento desde la ocasion en que nos brinda la percepcion irreal del contexto. La dopamina, responsable sobre la idealizacion de el objeto sobre el apego, seri­a la que nos nubla las entendederas haciendonos fiarse que encontramos la reencarnacion sobre Apolo o la interpretacion postmoderna sobre Afrodita en donde nunca existe mas que un usual mortal (con fortuna, que luce bien).

Como la secrecion sobre dopamina esta acompanada de la liberacion de norepinefrina (noradrenalina), se estimulan las receptores adrenergicos ?1 y ?2. Las vasos sanguineos se contraen asi­ como incrementa nuestra opresion arterial. Ademas Trabaja sobre nuestros receptores beta-1 adrenergicos por lo que se eleva la repeticion cardiaca. Asi que nunca nos afecta el frio. Tampoco poseemos deseo, ni sueno, ni cansancio.

Por En Caso De Que externamente escaso, un tercer neurotransmisor monoaminico entra en movimiento, la serotonina, indolamina responsable de el aumento del bienestar, la felicidad asi­ como el estimulo sexual. Todo es absolutamente perfecto…

3. Tercer paso: la habituacion

Ninguna cosa seri­a gratis. El paraiso tiene un valor. Nuestro cabeza, que esta recibiendo a borbotones dichos neuroquimicos del enamoramiento, termina habituandose a ellos asi­ como practicando que sus efectos disminuyan en intensidad. Tenemos en un impedimento: estamos enganchados.

Si queremos continuar sintiendo igual, tendriamos que subir la dosis. Lo cual pasa por motivo de que la dopamina es una catecolamina generadora sobre adicciones sobre la maneras fisiologicamente extremadamente parecida a la cocaina. El placer que produce es apoyado por los efectos de la noradrenalina, que nos pide continuar en el proceso mas y mas asi­ como recuperar el estado de bienestar inicial. asi­ como como no lo conseguimos, empiezan los reproches.

Es lo que comunmente conocemos por el ‘ya nunca sos el igual que al principio’ o el ‘nada es igual que antiguamente’. Responsabilizamos al otro carente saber que no Existen mas culpables que nuestros receptores neuronales, ahitos de neurotransmisores asi­ como saturados sobre mensajes quimicos.

La serotonina, por su pieza, que se habia incrementado notablemente en las primeras fases del enamoramiento (y disparado puntualmente en comportamientos especialmente intensos), al achicar, nos puede producir irritabilidad, insomnio, desanimo, pena asi­ como, en el pesimo sobre los casos, ser la responsable sobre autenticas obsesiones. ?Que desastre!

4. Cuarto paso: la reparacion

Sobre eso se encarga el heroe el hipotalamo, que libera al torrente sanguineo oxitocina, previo paso como consecuencia de la neurohipofisis debido a la neurofisina. Es la salvadora, la hormona responsable de el apego y que incrementa su figura en procesos conductuales igual que el parto, la lactacion, los orgasmos, los abrazos y, en general, en las manifestaciones de apego y entrega al otro.

De entendernos, es la oxitocina la responsable de los procesos afectivos a dilatado plazo. Asi, y con la participacion sobre unas cuantas moleculas mas, es como pasamos bioquimicamente de el enamoramiento al amor, un engendro menos arrebatador No obstante mas duradero asi­ como sosegado.

No todo son moleculas

Despues de leer lo cual, tu pensara que no es mas que una bolsa de neurotransmisores asi­ como hormonas desprovisto el mas infimo resquicio para el romanticismo.

Si le sirve sobre consuelo, yo, que soy cientifica, cuando cuelgo la batin asi­ como salgo del laboratorio conozco verles las alas a Cupido. Les aseguro que me puse en la diana de acontecer blanco de sus flechas. y nunca me dieron en el hipotalamo, ni en la angina, ni en la hipofisis. Me alcanzaron, de total, en medio de el corazon.